miércoles, 13 de abril de 2016

ITINERARIO PROPUESTO

VIERNES
Salir el viernes a media tarde para llegar a cenar al pueblo mágico de Chignahuapan. No es de los pueblos mágicos más bonitos que hemos visitado, pero como muchos otros, por las noches lo iluminan muy bonito.
La Plaza de la Constitución está muy bien iluminada; tanto el bonito Kiosko Mudejar en el centro de la plaza, del S.XX construido totalmente de madera y con mucho colorido, como la Parroquia de Santiago Apóstol que representa al barroco indígena. 
Durante nuestra visita, había unas cuantas paradas de antojitos mexicanos en la calle que da a la Parroquia de la Plaza de la Constitución. Pero también hay unos cuantos restaurantes de comida típica por la zona del centro histórico. A partir de las 21h muchos ya empezaban a cerrar.
Cenamos en el restaurante El Veneno unos tacos dorados y unas enchiladas muy ricas, y las niñas sopa de pasta y nosotros le añadimos verdura y pollo cortado que traíamos de casa en un termo.
Al acabar es muy recomendable, o casi obligatorio, visitar alguna de las muchas pastelerías que hay cerca para saborear los típicos y famosos Pan de Queso (en un sinfín de variedades distintas) y el cuerno de higo.
Aunque la carretera estaba poco iluminada, la zona es segura y no tuvimos problema en ir de noche a la Hacienda donde nos hospedábamos.

SÁBADO
En nuestro caso, disfrutamos del despertar en la preciosa y rústica Hacienda Amoltepec cuyas habitaciones todavía conservan la arquitectura original de la época dorada de las haciendas. Las estancias, la cocina y el comedor te hacen viajar al pasado e imaginar cómo debía ser la vida hace 4 siglos. La Hacienda todavía produce pulque con métodos tradicionales
El desayuno estaba delicioso; fruta (papaya), distintos panes de queso, café de olla o leche con cacao y un plato fuerte a escoger; chilaquiles, enfrijoladas (deliciosas si las pides rellenas de huevo), tlacoyos en salsa roja….o omelette con frijoles para las niñas. Y por sólo $60!
Al haber llegado de noche a la hacienda, no habíamos podido disfrutar del precioso enclave en el que se encuentra la Hacienda, rodeada de campos llenos de plantas de maguey. Después de desayunar, regresamos por el camino de terracería a través de las comunidades vecinas hasta llegar a la carretera principal.

Allí cerca, en dirección a Zacatlán un cartel indica el desvío hacía las Cascadas de Tuliman (www.cascadastuliman.com) un parque ecoturístico al cuál se accede desde la carretera que va de Zacatlan a Chignahuapan. Es un espacio natural precioso, muy bien conservado, con diferentes cascadas y lleno de caminos por los que disfrutar de la naturaleza. Los paisajes son muy bonitos y se pueden hacer diferentes actividades. Además de las cascadas y las caminatas, que ya de por si valen la pena ir a pasar el día, hay un puente colgante, aguas termales (muy cutres), el famoso árbol hueco, la unión de dos ríos y diferentes actividades como; escalada de árbol, circuito de tirolesa, tiro con arco… También hay zona de acampada y diferentes cabañas donde comer deliciosos antojitos mexicanos.
Tiene 3 zonas con su estacionamiento, cada uno más abajo del valle que el anterior. Se puede ir caminando de uno a otro, pero el desnivel es considerable y desde cada estacionamiento hay suficientes caminos por los que caminar entre los árboles y la naturaleza.
  • Nosotros hicimos la primera parada en la zona 1, desde donde andamos para visitar la hermosa cascada de Tuliman de 250 y 300 metros de altura.
  • Luego bajamos en coche hasta la tercera y última zona, antes de caminar hasta el pequeño mirador donde se ve la unión de 2 ríos, comimos en uno de los rústicos restaurantes cabaña.
  • Por último, subimos en coche hasta la zona 2, desde donde hicimos la caminata más larga y más bonita por un sendero que bajaba hasta las aguas minerales, un puente colgante y finalmente llegar hasta el famoso Árbol Hueco.

Por la tarde fuimos a visitar Zacatlan de las Manzanas, que por lo poco que vimos de Chignahuapan, nos pareció un poco más grande. Estacionamos en una de las calles próximas al centro histórico, donde se encuentra el Palacio Municipal, un ex convento, el Reloj Floral con 2 carátulas de 5m de diámetro y la Parroquida de San Pedro. 
Cenamos en el restaurante BBB en la misma plaza un burrito poblano delicioso.

DOMINGO
Por la mañana ya no hacía tanto frío como el día anterior, así que decidimos desayunar en una de las mesas del jardín que ya se calentaban con los primeros rayos de sol. Volvimos a disfrutar del fantástico desayuno. Luego fuimos a pasear entre las extensas y bonitas plantaciones de Maguey alrededor de la hacienda. Antes de irnos, hicimos una improvisada visita a la zona de la Hacienda donde elaboran el Pulque; conociendo el proceso tradicional de extracción desde el Maguey, pasando por la fermentación y posterior elaboración del Pulque.
A pesar de despedirnos de la hacienda pasado el mediodía, nos dirigimos hacia el Valle de las Piedras Encimadas, a 38km (50 min) de la Hacienda, un valle compuesto por un conjunto espectacular de gigantescas formaciones rocosas. Las formaciones no son tan espectaculares, pero el lugar es muy bonito. Hay diferentes senderos por los que caminar fácilmente a través de las formaciones. También se ofrecen paseos a caballo y en carro de caballos así como alquiler de bicicletas. Se pueden rentar palapas con zona privada de barbacoa o comer en uno de los locales de la zona gastronómica donde sirven comida típica mexicana por $60 el plato principal.

No sería un lugar para ir expresamente desde el DF, pero si que es muy buena opción para parar a pasar el día de regreso a casa.